Según la Organización Mundial de la Salud, en este 2018, más de 1,2 millones de personas han perdido la vida en las carreteras en todo el mundo. En España, esta cifra asciende a unas 1810 víctimas anuales.

Además de estos datos, cabe destacar que se producen entre 20 y 50 millones de heridos a nivel mundial, de los cuales 140.390 pertenecen a España, y que, en gran parte, sufren secuelas permanentes relacionadas con discapacidades físicas y traumas mentales de por vida.

Entre varios de los problemas a los que tienen que enfrentarse las víctimas, como la recuperación y el shock postraumático, se les suma el desconocimiento frente a los procesos burocráticos y administrativos que, en muchas de las ocasiones resultan complejos y difíciles de gestionar desde la perspectiva del accidentado con el objeto de defender sus legítimos intereses.

En este sentido, nuestros abogados especializados en accidentes de tráfico, aseguran que la mayoría de los afectados por accidentes de tráfico no reclaman sus derechos de manera adecuada, es decir, sin recibir ayuda de un despacho de abogados, y por consiguiente no logran conseguir una indemnización acorde a la gravedad de su caso.

¿Quién puede reclamar una indemnización por accidente de tráfico?

En líneas generales es un derecho que todos podemos ejercer, según dicta el artículo 1902 del Código Civil en el que indica que quien causa un daño tiene que restituirlo. Por el contrario, hay una norma específica que se refiere expresamente a lo relativo a los accidentes de tráfico y que es la que se aplica en estos casos.

El artículo 1 de la ley de Responsabilidad Civil y Seguro en la Circulación de Vehículos a Motor expresa que, en asuntos de tráfico, el conductor que causa un daño es el responsable de indemnizarlo.

Para poder ejercer nuestro derecho a ser indemnizados es necesario cumplir con 4 requisitos:

  1. Que haya tenido lugar una acción. Como ejemplo, podría ser el golpe que se ha producido o el choque por el accidente.
  1. Que exista un daño o lesión ocasionada.
  1. Relación de causalidad entre la acción y el daño (Causa-efecto).
  1. La culpa, la persona que sufre la lesión tiene que probar la perpetración de la persona que ha realizado la acción. Si hay culpa de los dos, el lesionado cobrará en proporción de lo que el juez estime.

En definitiva, puede solicitar una indemnización cualquier persona que sufra un daño o sus herederos, siempre y cuando no se demuestre posteriormente que fue culpable del siniestro. Para ello, dispone de acción directa  para reclamar directamente a la compañía aseguradora por los daños causados por el responsable,

Por otra parte, los familiares de personas fallecidas o incapacitadas por accidentes de tráfico, que estén casados o hayan formado pareja de hecho estables, serán susceptibles de llevar a cabo el proceso de reclamación de la indemnización.

En TRIA ADVOCATS podemos ayudarle en todos estos tipos de trámites para asegurarse una indemnización acorde a la gravedad de su caso.